Reseña

Este trabajo reúne una serie de ensayos y reflexiones que, desde diversas perspectivas, destacan el liderazgo, la experiencia y la tenacidad de las mujeres que han transformado la ciencia, la educación y la investigación en la región.
Desde Argentina, Alina Karen Bueno centra sus relatos en cómo la educación, en manos de mujeres comprometidas, es una fuerza para la transformación personal, muestra cómo las docentes han utilizado la ciencia y la investigación para no solo formar académicamente a sus estudiantes, sino también para promover el cambio en sus vidas personales y comunitarias.
Las comunidades de diálogo en Bolivia, son abordadas por Olimpia Torrejón Alcoba, quien recrea cómo las mujeres científicas han promovido espacios colaborativos para generar conocimiento, espacios en los que la ciencia no es una actividad aislada, sino un proceso colectivo que se construye a través de la interacción, la reflexión y el diálogo, con la finalidad de generar un cambio positivo en la sociedad.
Trascendental también resulta lo que redacta desde Colombia Mery Stella Piñeros Urrea, quien enfatiza en cómo las mujeres del continente articulan la educación con la generación de nuevo conocimiento.
Estas mujeres no solo se limitan a compartir información, mediante la docencia; sino que son pioneras en la investigación educativa, creando y aplicando nuevas metodologías pedagógicas que transforman el proceso de mediación del aprendizaje en las aulas latinoamericanas.
Desde la isla caribeña de Cuba, Alba Mariela Arango Rodríguez comparte las experiencias vividas por mujeres investigadoras latinoamericanas que han dedicado su carrera al estudio de las dinámicas sociales, económicas y ambientales en zonas rurales. Mediante este enfoque, el libro visibiliza la importancia de entender la ciencia como una herramienta para mejorar la vida de las comunidades rurales, donde las mujeres son el pilar del cambio.
Claudia Eulalia Zuriaga Bravo a lo largo de sus páginas, desde Ecuador relata los avances en la educación y la investigación educativa desde una perspectiva femenina, describiendo cómo las mujeres han sido protagonistas en la implementación de políticas y proyectos que han revolucionado el sistema educativo latinoamericano, con un énfasis en la inclusión, la equidad y la justicia social.
Muy humano lo que invita a leer Leticia Méndez Jiménez quien desde México resalta el papel de las enfermeras latinoamericanas, destacando que este campo es una disciplina en sí misma. Las enfermeras no solo cuidan, sino que aplican el conocimiento científico para la atención de la salud, desarrollando investigaciones innovadoras en áreas como la gestión sanitaria, la atención primaria y la prevención de enfermedades.
María Elena Ramírez de Rojas, narra la experiencia de mujeres en la investigación científica desde un contexto particular, El Paraguay, región latinoamericana que ha sido testigo del esfuerzo de las mujeres por abrirse paso en las ciencias, desafiando las limitaciones geográficas, sociales y económicas para contribuir al desarrollo de la investigación científica.
Importante reflexión la de Rosa Ysabel Bazán Valque, quien desde Perú revela la trayectoria de cómo las mujeres líderes latinoamericanas han roto barreras en diferentes áreas científicas, mujeres que no solo han escalado posiciones de liderazgo en instituciones académicas y científicas, sino que han servido como modelos a seguir para futuras generaciones.
Ramona Mercedes Tejada, desde República Dominicana aborda la investigación en salud desde la axiología, es decir, el estudio de los valores que subyacen a la ciencia, enfatizando en que las mujeres latinoamericanas no solo se dedican a la investigación con rigor científico, sino que lo hacen desde una ética que promueve el bienestar colectivo, la justicia y la igualdad.
Yesenia Centeno de López, desde Venezuela y con un pensamiento científico femenino ofrece una visión única y enriquecedora al campo de la ciencia, poniendo de relieve cómo las mujeres abordan los problemas científicos desde una perspectiva que incluye no sólo la racionalidad y el método, sino también la empatía, la colaboración y el compromiso social.