Reseña

A lo que nos disponemos no es algo no hecho antes, al contrario, el conocimiento de lo ya consumado nos dice lo que ahora debemos hacer, los fracasos y las victorias precedentes en la historia del mundo indican el camino a seguir y cuáles evitar. No nos erigimos en portadores de certidumbres ni poseedores de soluciones definitivas, no poseemos verdad alguna, nuestra única posesión: la convicción, voluntad de certeza. Sabemos que, sin la unidad afectiva y la integración de todo el conocimiento de las almas más elevadas por el bien nacional, no habrá ninguna alternativa de liberación. También, estamos conscientes que cada particularidad es una limitante en este objetivo y absolutamente claros ante la supuesta imposibilidad que implica una unidad basada en la trascendencia de las trabas personales y de los ropajes identitarios en los que cada uno se ha formado durante toda su vida. Si no surge la conciencia crítica circunscrita a que el bien mayor siempre supera al menor, seguirá existiendo la atomización de la sociedad, impuesta por un estado manipulador, usuario de toda técnica de control para este propósito.